¡Que tal! Viendo el momento actual, en este recodo del camino, para ser gobierno en el Perú, en el 2011, implica, evidentemente, reconocer que dicho objetivo, es una opción y oportunidad política, que se nos presenta como viable y posible, si la concebimos, con responsabilidad, madurez y visión histórica.
Evidentemente, para lograr la victoria, es necesario reconocer que subsisten diversos actores políticos y sociales, los cuales, no se reducen a los candidatos de las organizaciones de fuerzas de izquierda y nacionalistas existentes. Es necesario, conformar una confluencia mucho más amplia y plural. Incluso, con otras fuerzas, que tienen una ideología, programa y visión política diferente y opuesta a la nuestra, pero que asumen aspectos e intereses coincidentes, comunes entre sus integrantes, que nos permiten avanzar y posicionarnos con mentalidad estratégica y éxito. Tal como lo demuestra el triunfo de FS en la Municipalidad de Lima, cuya composición social y política, es esencialmente plural, de la cual debemos aprender y sacar lecciones.
No entender, estas tareas, que implican: construir un escenario propio, organizar el frente único electoral, así como hacer determinadas concesiones y concretar reacomodos, pueden conllevarnos a una derrota electoral, con reveses políticos de magnitudes insospechables, dentro de la táctica y estrategia del Nuevo Curso. No es que se nos vaya la vida, por una derrota o victoria electoral, es simplemente, ser concientes del retrazo de perder la oportunidad de ser gobierno y preparar a un grupo de camaradas, en el conocimiento y manejo de los asuntos del Estado, para avanzar con pie firme, en el proceso de posicionamiento, y dotarnos de un referente de gobierno y de poder real.
Hay razonamientos, que limitan y desvían el logro de nuestros objetivos partidarios, que son aparentemente válidos, pero que, esencialmente, en el fondo, demuestran una estrechez de miras y evidencian, el padecimiento de la "enfermedad infantil en el izquierdismo", tal como lo corrobora, algunos escritos y opiniones de algunos de nuestros camaradas, en nuestro partido. Consecuencia de ello, hay reacciones comportamentales, que se muestran sectarias e intolerantes y hasta de marginación por dicha incomprensión.
Ciertamente, uno de ésos razonamiento, es la idea: "que con los votos de los militantes de izquierda y del nacionalismo", son suficientes para un triunfo electoral. No es cierto, es insuficiente, con ellos, no ganamos ni un congresista. Otro razonamiento errado, es "para derrotar a la derecha neoliberal, se debe formar un bloque de izquierda amplio", que nos permita acceder al gobierno. Razonamiento incorrecto, de cabo a rabo, porque es necesario, aglutinar a diversas fuerzas sociales y políticas, que son afectadas por el modelo económico y que se oponen a su continuidad y efectos. Acaso estamos pensando, en un gobierno de izquierda y para la izquierda. Consustancialmente a ello, reproducen otro razonamiento de incomprensión cuando aducen, "nada que ver con la derecha regional o nacional", porque ello favorece a los neoliberales. Razonamiento incorrecto, que no comprende que, para que ése sector, no sea absorbido por la derecha, se le debe ofrecer, nuestras propuestas programáticas, que le puedan permitir, un mejor desarrollo financiero y empresarial, pero engarzados dentro de plan de desarrollo nacional y que al mismo tiempo, sirven para lograr el éxito electoral. Lo otro sería, no proponerles nada y dejarlos que sean capitalizados por las fuerzas del continuismo. Cosa similar sucede con las fuerzas del continuismo, que se ven obligadas, por nuestra lucha y representación política y social, de hacer determinadas concesiones con los sectores de izquierda y algunos de sus gremios más connotados. Las declaraciones demagógicas y electorales de Toledo, de duplicar "nuevamente" el sueldo al magisterio, así lo evidencian, de manera tácita y simplista.
Otro aspecto, que merece señalar, es el nombre del frente único electoral. Hay quienes piensan, que se contribuye mejor a lograr los objetivos y metas del Nuevo Curso, si se participa con el nombre del MNI en el 2011. Este razonamiento es una consecuencia errada de los anteriores. El objetivo, es formar una alianza electoral, ó confluencia política social plural, que siente las bases no solo para defender el triunfo electoral, sino para darle sostén a la gestión y al gobierno después del triunfo. De éste modo, no se perderá nuestra inscripción. Un indicador de lo sostenido, es por ejemplo, lo acontecido en la región Cajamarca, donde nuestro camarada Goyo, gana la presidencia regional, con las siglas del MAS.
Se trata entonces, de no confundir el eje de alianzas, dentro del frente único electoral, con el entorno de influencia del eje de alianzas. El eje de alianzas debemos construirlo, y puede estar conformado por el FS, Pueblo en Marcha, MNI, Fonavistas, PS y PCP. La inclusión del PNP, dependerá de que su líder, se despoje de su sectarismo, caudillismo y autoritarismo. Con dicho eje, de debe conformar una confluencia amplia y plural, adicionando nuevas fuerzas, a otros movimientos regionales o provinciales si lo hubiera, a partir del cual se proyectará a la fuerzas, que no se sienten representadas por las fuerzas del continuismo, incluso, cuando esas fuerzas político sociales, puedan tener diversas ideologías y programas y al tener una oportunidad diferente y democrática, aceptan marchar con nosotros, porque van a tener su propio espacio de desarrollo, el cual no se les reduce, sino que, por el contrario, se les garantiza, pero dentro de un proyecto y programa más amplio y heterogéneo. Implica también, disputarle a la derecha, la capitalización de vastos sectores, afectados por los efectos del neoliberalismo.
Sin embargo, hay que advertir, que la propuesta insolente y sectaria, de integrarnos al PNP, perdiendo nuestra propia identidad e inscripción, es una demostración de la miopía política de un caudillo, respecto a los aspectos mencionados, que le pueden llevar a una segunda derrota consecutiva electoral y con serias repercusiones negativas para una nueva postulación.
Todo parece indicar, que la insolencia no prosperará. Y que, muy por el contrario, se ha generado nuevas recomposiciones y reacomodos, mediante las cuales, han irrumpido en el escenario electoral, nuevos lanzamientos de candidatos, que obligarán al PNP, a poner las barbas en remojo, si es que en verdad, desea ser presidente del Perú y de todos los peruanos.
Los próximos días, antes del 11 de diciembre, serán jornadas de tires y aflojes. De ceder y conceder. De renuncias y avances. Hay varios candidatos y no, uno sólo, como lo era antes de las elecciones municipales y regionales. Dentro de las fuerzas del cambio, están: Marco Arana, Manuel Rodríguez, Pizango, Mario Huamán y el propio Ollanta Humala. Lo que nos conlleva a plantear responsablemente, para derrotar a las fuerzas del continuismo: ¡un solo frente político electoral, un solo programa y un solo candidato, para las elecciones generales del 2011!
La construcción de la victoria, ya se inició. Debemos construir escenarios regionales, que le den sustento y base política social a la línea del partido, para asegurar el éxito. Las próximas semanas, deben ser de pronunciamientos unitarios, plurales, heterogéneos, regionales, donde el eje de alianzas, se convierta en la columna vertebral del frente único electoral nacional. Conformar frentes amplios y plurales, regionales, es otra tarea consustancial al logro de los objetivos. En donde haya segunda vuelta, para elegir presidentes regionales, debe servir para hacer un primer intento y/o ensayo. Para ello, no solo debemos mirar a la izquierda y el nacionalismo, sino, a las grandes masas de ciudadanos no organizados, que vacilan entre las propuestas del continuismo y las del cambio, y que están a la espera de un nuevo líder o candidato, que tenga un programa de gobierno, también plural y heterogéneo, que nos permita llegar al gobierno en el 2 011. ¡UN SOLO FRENTE POLÍTICO ELECTORAL! ¡UN SOLO PROGRAMA! ¡UN SOLO CANDIDATO PARA LAS ELECCIONES DEL 2 011! Clemente Morón  |
