MNI LA LIBERTAD

domingo, 20 de abril de 2008

GLOBALIZACIÓN Y MANIPULACIÓN IDEOLÓGICA
Oscar Felipe Ventura

Tanto uso y abuso de la globalización merece separar la realidad de la ficción, la tendencia objetiva de la manipulación ideológica. La globalización de la economía mundial es un proceso objetivo del capitalismo de nuestros días, pero en modo alguno equivale al triunfo universal y definitivo de este sistema, ni a la abolición de las contradicciones entre clases sociales o entre países y regiones, ni a la cancelación de las transformaciones revolucionarias. La globalización tiene como base objetiva la revolución científico – tecnológica, especialmente en el campo del transporte, de las comunicaciones, de los medios de transmisión de datos, tales como el fax, el correo electrónico, la transmisión vía satélite, etc. Con esta ventaja, los misioneros de la globalización nos hablaron del fin de la historia, que el mundo sería más libre y justo. Sin embargo, el avance de la globalización neoliberal marcha de la mano con el avance de la pobreza, la exclusión y la polarización social.La esencia de la globalización de hoy no es un descubrimiento genial de los últimos tiempos. Fue algo previsto por los clásicos del marxismo. Pertenece al Manifiesto Comunista (1848) la siguiente cita: “Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero (...) Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía dio un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países... Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por industrias que ya no emplean materias primas indígenas, sino materias primas vendidas de las más lejanas regiones del mundo y cuyas productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo” (…) Esto fue escrito hace 160 años.La única globalización realmente existente es la financiera, pero no la política ni la de los derechos humanos, ni la de la justicia, tampoco la del desarrollo sostenible, ni la globalización de los derechos económicos y sociales, etc. El financista George Soros, uno de los que más se ha aprovechado de la globalización ha dicho: “Los mercados votan cada día, obligan a los gobiernos a adoptar medidas ciertamente impopulares, pero imprescindibles. Son los mercados quienes tienen sentido de Estado”. Esta es la ideología del neoliberalismo que a diario nos repite que el mercado lo resuelve todo de la mejor manera, que el estado es inepto e ineficiente por naturaleza, que todo debe ser privatizado para alcanzar el supremo objetivo de la eficiencia, tal como lo repite Alan García y los neoliberales. Pero ocurre que el mercado real de hoy es ciego en lo social, miope en el largo plazo y aún dado a excesos, inequidades y manipulaciones por parte de la fuerza ejercida arbitrariamente.Se ha globalizado el discurso y la política neoliberal a tal extremo que se ha eliminado el debate sobre conceptos y modelos de desarrollo diferentes y alternativos. Hoy sólo escuchamos el monólogo del pensamiento único e incluso en muchos casos, han logrado que las víctimas piensen en los mismos términos que los victimarios.

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